jueves, 19 de agosto de 2010

Morning Glory

05:30am. Cancion "Hell Frozen Rain", del Soundtrack de Silent Hill: Shattered Memories. Un juegazo. Y la cancion era preciosa. Y dije era porque empiezo a detestar la misma tonada, todos los dias, a la misma hora y siempre con el mismo objetivo: Despertarme.

No es que me moleste levantarme temprano. No, no te equivoques. El hecho de poder levantarme a las 5:30am para ir a trabajar me hace sentir muy por encima de los lingotes que estan aun en sus camas y no producen "Yo chambeo, tu no", se me viene a la mente. Luego pienso en esos ke se levantan al mediodia y ganan el doble que yo para destruirme la moral matutina. Asi es la vida. A mi lo que me molesta es el maldito frio, ese que se te mete por debajo del pijama. El que me obliga a apagar el bendito despertador y regresar a la cama a robarle al sueño 10 o 20 minutos mas. Solo que me paso a veces de ratero y me paso como media hora o hasta mas jatazo. Eso es lo que detesto de las mañanas, la maldita incertidumbre de saber si llegare temprano o tarde por culpa del frio invierno. Por eso extraño dormir con alguien, al menos tenia quien me sacara a patadas de la cama.

Proceso de lavado y limpieza. Agua fria. Locetas de baño aun mas frias. Yo detesto afeitarme. Quisiera no hacerlo nunca mas pero yo no se que agente mutante tendre en mi ADN que hace que me crezca de la noche a la mañana. Y ni siquiera parejo, por Dios! No me afeito en 2 dias y paresco un mendigo. 5 dias y soy Osama Bin Laden. Una semana y soy el Tio Cosa. Aparte me afeito mal, con una maquina que facil se fabricó en el año 1920. La desidia y el poco interes que le tengo a mi cuidado facial hacen que no cambie este instrumento de dolor. Por eso a veces acabo con la cara destrozada de los cortes. ¿Dije que odio afeitarme, no? Y la ducha....no, ese es otro tema. Ya para mi es un arte quedarme en perfecto equilibrio en el centro de la ducha, debajo del chorro de agua caliente (BIEN CALIENTE). Un centimetro afuera del perimetro de aseo haria que una de mis "partes" se congelarian, obligandome a regresar al centro, buscando el calor.

Una vez completado los rituales de higiene a fin de no espantar al projimo con mi hedor, me pongo mi terno "multiusos", tomo mi refrigerio y me voy al trabajo. En el camino me olvido la billetera, mis llaves, mis lentes o no se que (siempre me olvido algo). Mas retrasado de lo usual me subo a la primera lata de sardinas que encuentra y entre bache y bache trato de dormir.

Lo curioso es que si bien salgo tarde hasta ahora no he llegado retrasado a mi trabajo. Y esto me pasa todos los dias. Al final me di cuenta que no es que llegue tarde. A mi solo me gusta generar expectativa.

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