Bueno, hoy es una de esas noches de insomnio, donde algo me da vueltas la cabeza y no estare en paz hasta vomitarlo, asi embarre al projimo en el proceso. A ver que sale....
Recuerdo cuando era pequeño que me gustaba ver un programa de TV llamado "La Hora Macabra". Un programa que presentaba pequeños cortos de terror de una duracion de 15 minutos cada uno. No era un terror explicito tipo Viernes 13 o Pesadilla en Elm Street. Su terror era mas psicologico, a lo Hitchcock.
Bueno, de este programa recuerdo un corto en especial: Era una pareja de esposos (el pata era mucho mayor que la fulana) que disfrutaban de una vida millonaria. La fulana esta, como es predecible cuando se mezcla la edad y el dinero, le empieza a sacar la vuelta con uno de los empleados del millonario. Por azares del destino este viejo se muere y los dos tortolos disfrutan de la buena vida. Con el pasar de los dias empiezan a suceder extrañas apariciones del viejo, atormentandolos. Al final resulta que este viejo habia fingido su muerte y, lleno de venganza y resentimiento, acaba con asesinar a los dos amantes de una forma bastante grotesca. No contento con esto, el viejo organiza el velorio y y entierra a los dos amantes juntos en una sola tumba. Y cada noche, sale al cementerio con una radio, y al son de un rock suave empieza a bailar sobre la tumba. Muy poetico....
Esta ultima imagen me llevo a reflexionar que en si todos somos como el viejo. Quizas no lleguemos al extremo de bailar sobre el cadaver de nuestros enemigos, sobre aquellos que nos han echo algun daño, pero todos hemos tenido en algun punto de nuestras vidas una escena similar. La del enemigo hundido, miserable, derrotado. Y nuestro victorioso pie encima de su cabeza, rezando el lema "Yo te gane, yo tenia razon". Y no digan que no, porque todos tenemos nuestro ego y orgullo.
¿Pero que placer se puede encontrar en regordearle tu victoria a un muerto? Y no me refiero a una muerte fisica. Me refiero al termino, al final. A las cosas ya culminadas. A los problemas resueltos. Al establecimiento de la paz entre ambas partes. ¿Por que la necesidad de establecer una Guerra Fria entre dos despues de una larga batalla, donde ya se firmaron acuerdos de no violencia? El origen de todo es el resentimiento. Porque es una fuerza muy poderosa que nos mueve a hacer cosas, porque hacerlas nos da placer, nos alimenta el orgullo. A todos nos pasa, yo no me excluyo. Y a veces llega al extremo de continuar la "guerra", pero ya no abiertamente. A veces con indirectas, a veces con acciones inocentes, preguntas con doble sentido y cosas asi. Y para mi, que me gusta el enfrentamiento abierto, me repugnan esas actitudes.
Yo ante esto solo dire lo siguiente: Dejen a los muertos descansar en paz. Si bailas sobre ellos, la pena la daras tu, porque el muerto muerto esta. Si quieres desenterrarlo, te fundes, porque todo muerto apesta, y quitarse el hedor es fregado. Asi que deja que se pudra en paz. Ya no es tu asunto. Sigue tu camino y no des vuelta atras. Y si lo que tu necesitas es saber que tuviste la razon, que no te equivocaste, si quieres una levantadita de ego, bueno, te lo dire en forma de aceptacion:
YOU WIN! PERFECT!
Ahora puedes irte con tu felicidad bien lejos y disfrutarla. A nosotros dejennos dormir en paz. Y si no, bueno, puedes irte con tu resentimiento un poquito al cuerno.
No hay comentarios:
Publicar un comentario